El nombre de Didirri proviene de la palabra aborigen ‘Dadirri’, cuyo significado sería algo así como “una profunda escucha interior ligada a una tranquila agudeza en la percepción”. ¿Que cómo se traduce eso en términos musicales? Fácil: canciones que nunca levantan la voz más de lo necesario, donde se percibe el viento recorriendo el espacio entre instrumentos, y que poseen esa lucidez desarmante que identifica a quienes pueden desnudarse en el escenario sin perder la compostura. Tampoco hace daño, claro, que el joven cantante posea un timbre de alto octanaje emotivo, conectando al instante con un público que, en su reciente gira australiana, ha agotado entradas a lo largo y ancho del país.